No soy, lo que se dice, an easygoing person. Soy más bien del tipo de las que se encuentran frente al espejo y tardan horas en reconocerse. Tengo múltiples facetas y en cada una de ellas desdibujo la misma herida. Es como un patrón que se repite incansablemente, o un karma mal curado.
Tengo un pulóver de recuerdos llenos de tierra en el placard, no quiero abrirlo y sacar a relucir el por siempre eterno abril. Quiero más bien columpiarme con las dudas mientras miro al cielo y me pregunto por qué ya no estás. Quiero que un arrebato me devuelva el sonido de tu voz y cuán feliz me hacía encontrarte a mi lado. Quiero que deje de llover, que deje de llover, que deje de llover.
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